
El jueves 28 de febrero la Fiscalía General israelí anunció que imputará a Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, por soborno, fraude y abuso de confianza. El anuncio se hizo público después de dos años de investigaciones sobre corrupción. A menos de 40 días para las elecciones generales, es la primera vez que un líder israelí es acusado de un delito en ejercicio del cargo. La imputación de Netanyahu podría influir en los resultados de los comicios que se celebrarán en Israel el 9 de abril.
Al conocerse esta noticia, el premier israelí se defendió de las acusaciones en una intervención televisada. Netanyahu dijo sobre la imputación que era una ‘caza de brujas’ y acusó a la izquierda de ejercer ‘mucha presión’ sobre un Fiscal General ‘débil’ para ganar las elecciones.
Bejamin »Bibi» Netanyahu está acusado de soborno, fraude y abuso de confianza. Le acusan de haber aceptado 259 mil euros en tabaco y bebidas de amigos poderosos y de cambiar regulaciones para beneficiar a la compañía de telecomunicaciones Bezeq Israeli Telecomunications Ltd. para conseguir una cobertura favorable en estos medios de comunicación.
La imputación del primer ministro puede influir en el resultado de las elecciones de Israel el 9 de abril de este año. En el parlamento israelí, la Knésset, el gobierno tiene el apoyo de 61 diputados frente a los 59 de la oposición. Son seis los partidos que apoyan la administración de Netanyahu, tres de ellos judíos ultraortodoxos. El partido de »Bibi», el Likud, puede perder muchos escaños que se irían, muy probablemente, al Partido Laborista de Avi Gabbay. El líder laborista tiene mucha popularidad y está consiguiendo mobilizar a los más jóvenes.

Si Netanyahu perdiese las elecciones y governara la izquierda después del 9 de abril, Avi Gabbay podría convertirse en el primer ministro de Israel con el apoyo de los árabes de la Lista Conjunta, los centristas del Yesh Atid, los ecologistas de Hatnuah y con el Meretz. Esto significaría un gobierno partidario a la llamada solución de los Dos Estados, en la que se crearía el estado independiente de Palestina.
Las acusaciones a Netanyahu pueden provocar la caída de la derecha y el inicio de una nueva política respecto a Palestina. La corrupción del primer ministro pueden cambiar del todo el conflicto entre Israel y Palestina.
