Tengo 98 años. Nací y vivo en Tarragona. Trabajé como mecánico en mi taller durante 40 años. Tengo dos hijas, cinco nietos y una biznieta. Soy antifranquista e independentista. Dios no existe, sino no habría guerras. Estuve en una sección de morteros en el Ebro.
»Los aviones nos bombardeaban en caída libre»
Con 98 años está usted muy bien.
Siempre he comido poco. Mis amigos decían que yo era de poca vida. Ahora todos están muertos, ha ha.
¿Qué hacía antes de la guerra?
Estudiaba bachillerato. No lo acabé nunca.
¿La guerra?
El día del golpe hubo muchos tiros en la Rambla de Tarragona. Cuando me llamaron me presenté en la marina, pero al final nada. El crucero Canarias bombardeó Tarragona y una bomba pasó por encima de nuestra masía.
¿Y la Batalla del Ebro?
Pasamos el Ebro de noche. Nos esperaban unas barcas, pero subieron demasiados. El teniente llevaba un bastón y si te tocaba tenías que salir. A mi me tocó salir. Pasé el río agarrado a la barca llevando las bombas de mano y el fusil.
¿Cómo fue aquello?
Yo estaba en una sección de morteros. A veces me preguntan si yo maté a alguien. Hombre, aquello era una guerra. Había una esquina de una pared medio enterrada en una trinchera. El teniente nos hacía pasar corriendo por allí. Los fachas, como decíamos nosotros, tenían metralladoras plantadas. Todos los que enviaba no salían vivos. Yo, en vez de pasar corriendo, salté la pared y me metí en la trinchera. No me dieron, nunca me hirieron.
¿Nunca?
Nunca. Los bombarderos atacaron la trinchera. Éramos cinco. Dos murieron, a dos más se les rebentaron los tendones y yo salí vivo. Pura suerte. Iban siete u ocho aviones de los franquistas en cadena, se acercaban al suelo y disparaban a nuestra trinchera. Uno de los morteros que lancé tocó a un avión, almenos eso me pareció. Les llamábamos aviones del macuto. Tuvimos que enterrar a 200 compañeros en la Venta de Camposines. En la sección de morteros nos sabotearon.
¿Qué pasó?
Las cajas de morteros que llegaban de Francia a veces estaban saboteadas. Llevaban la mitad de pólvora. Estoy vivo de milagro. El mortero no salió disparado y el teniente que me acompañaba tuvo la suerte de cogerlo con las manos. Si llega a caer en el suelo no lo contamos.
¿Usó el fusil alguna vez?
Por la noche haciendo guardia. Disparabas a la nada, estaba todo oscuro. Una vez vi a un amigo en el frente. Su padre era fascista y él me dijo que le ayudara. No lo tuve que haber hecho.
¿Por qué?
Le di mi baúl de la ropa y se lo llevó. Años más tarde me lo encontré paseando y me dijo que lo había perdido. ¡Llevaba mis zapatos y mis pantalones!
¡Vaya!
No le dije nada porqué él era de los vencedores, yo era el perdedor.
Tenía 18 años, ¿no le impresionó la guerra?
¡Claro! Una vez estábamos lanzando bombas de mano y de pronto nos dijeron ‘alto al fuego’. Uno ya había sacado la anilla y en vez de lanzarla se tumbó en el suelo. Quedó abierto en canal. Me impactó mucho, era un compañero.
¿Pasó miedo?
Sí que pasé miedo… Los aviones Stuka se acercaban en caída libre y nos bombardeaban. Antes sonaba la sirena. Eso daba mucho miedo. Lo recuerdo como si fuera ayer.
¿Qué hizo después de la guerra?
Durante la retirada volví a casa, vivíamos en una masía cerca de la ciudad. Cuando entraron los franquistas a Tarragona un oficial robó mi moto, la habíamos comprado con un amigo. Lo vi desde mi ventana. Después hice el servicio militar en El Ferrol… ¡Del Caudillo! Más de cuatro años en la marina. Allí veíamos como fusilaban a alguno.
¿Qué piensa de Franco?
Franco era un dictador. Y como todos los dictadores era un criminal. Además no ganó la guerra, la ganó Hitler.
¿Y la política?
Hay cosas que no entiendo: los reyes. A mi ahora me gustaría ver la República, y también la independencia. Los del PP son franquistas, lo fundó Fraga y no han condenado a Franco.
Usted que ha vivido el fascismo, ¿qué piensa de la extrema derecha actual?
No lo entiendo, son mala gente.
El Resguardo 