Después del mitin de VOX: diferentes medios de comunicación se encuentran en la disyuntiva de si dar cobertura a este partido, si tomarlos en serio, o incluso, silenciarlos. La falta de autocrítica se hace evidente cuando nadie se pregunta por qué VOX ayer llenó Vistalegre, o qué responsabilidad tienen los medios de comunicación en el auge de este partido.
Los medios de comunicación, durante el verano difundieron numerosas noticias que sirvieron para alimentar una ideología reaccionaria y populista. Si los medios de comunicación se pasan horas y horas informando sobre que unos quitan lazos en Cataluña, y proyectando una imagen de “Guerra Civil”, es normal que este partido tenga ese discurso centralista, tan desfasado en la Unión Europea. Si enfocan constantemente noticias sobre el centenar de manteros que hay en Madrid y Barcelona, como si fuera una cuestión principal de estado, o hablando de refugiados, dándole una dimensión mayor de la que representa la llamada “oleada”. El público, empieza a pensar que tenemos un problema de inmigración.
Si los medios insisten en proyectar el debate territorial como una guerra de banderas, es normal que crezca el sentimiento nacionalista. Si se dedican a hablar de bandas criminales y narcopisos en vez de hablar de pisos turísticos, de especulación o de fondos buitre; entonces, la gente piensa que el problema no es de los especuladores, sino que es un problema de criminalidad.
Los medios han pasado el verano cocinando el caldo de cultivo para que estos populistas de ultraderecha fundamenten su argumento.
Ahora la pregunta que se hacen los medios es: “¿Qué hacemos con la extrema derecha?”. Igual ya es tarde para poner remedio.
